Francisco Salvá y Campillo (Francesc Salvà i Campillo)

Estudió medicina en las universidades de Valencia, Huesca y Toulouse, obteniendo en  esta última su doctorado. Comenzó su actividad profesional en Barcelona y en el año 1773 ingresó en la Real Academia de Medicina Práctica de esta ciudad. En 1801 esta institución creó una cátedra de clínica, pasando Salvá a ocuparla en ese mismo año.

Además de su gran labor en el campo de la medicina, este hombre de pensamiento multidisciplinar, desarrolló numerosos inventos; un submarino, una agramadera, un canal en seco para el transporte de objetos pesados, etc. También destacó por sus estudios sobre la meteorología.

Pero el invento que le brindaría fama internacional fue su telégrafo eléctrico, uno de los primeros en funcionar prácticamente, basado en las descargas producidas por la electricidad estática almacenada en botellas de Leiden. Desarrollado en la década de 1790, consistía en una estructura multifiliar, con un circuito independiente para cada letra del alfabeto.

Teniendo noticias el gobierno español de estas experiencias, llamó a Salvá a Madrid para que efectuase una demostración ante la familia real, cosa que hizo en Aranjuez. Esta demostración fue descrita en la Gaceta de Madrid del 29 de noviembre de 1796.

Entre las múltiples ideas expuestas por Salvá sobre el telégrafo hay que destacar como visionaria su propuesta sobre la confección de cables, consistente en la unión a manera de cuerda de varios hilos conductores metálicos, previamente cubiertos de papel y posteriormente barnizados y unidos por una sustancia aislante. Según Salvá sería posible establecer de esta forma una línea telegráfica entre Barcelona y Madrid que iría colgada de postes.

Posteriormente hacia 1800, concibió la idea de transmitir mensajes mediante un sistema basado en la descomposición electroquímica del agua, utilizando para ello pilas de Volta. Este sistema seria posteriormente perfeccionado por el alemán Samuel T. Soemmerring.

Y si sorprendente fue su trabajo con el telégrafo, mucho mas sorprendente lo fue su Memoria en la que intuía la posibilidad de establecer comunicaciones inalámbricas.

En su Memoria sobre la electricidad aplicada á la telegrafía, del 16 de diciembre de 1795, decía lo siguiente:

«Si la materia eléctrica es la causa de los terremotos; si en cuanto corre de una extensión de terreno electrizada positivamente á otra electrizada negativamente, ocasiona vaivenes que hacen temblar la tierra.... no se necesitará cuerda (conductor) alguna para hacer correr por la mar un aviso sobre cosa acordada. Los físicos eléctricos podrán disponer en Mallorca una superficie ó cuadro grande, cargado de electricidad, y otro en Alicante, privado de ella, con un alambre que desde la orilla del mar llegue cerca de la tal superficie. Otro alambre que desde la orilla de la mar de Mallorca se extienda y haga tocar el cuadro, que se supone allí cargado de electricidad, podrá completar la comunicación entre las dos superficies; y corriendo el fluido eléctrico por la mar, que es un conductor excelente, desde la superficie positiva dará con su estallido el aviso que se requiere.»

La ingente labor llevada a cabo por Salvá se refleja en sus Memorias Científicas presentadas ante la Real Academia de Ciencias Naturales y Artes de Barcelona.

Además de la citada de 1795 cabe destacar:

Memoria sobre el galvanismo, 19 de febrero de 1800.

Adición sobre la aplicación del galvanismo a la telegrafía, 14 de mayo de 1800.

Memoria segunda sobre el galvanismo aplicado a la telegrafía, 2 de febrero de 1804.

Salvá fue miembro de numerosas instituciones académicas, científicas y culturales, entre ellas:

Real Academia de Medicina y Cirugía, Barcelona.

Real Academia de Ciencias Naturales y Artes, Barcelona

Real Sociedad Económica de Amigos del País, Zaragoza.

Academia y Real Colegio de Medicina, Madrid.

Academia Medicopráctica, Cartagena.

Academia de Medicina, Murcia.

Sociedad Medicoquirúrgica, Cádiz.

Sociedad de Medicina, Paris.

Sociedad Linneana, Paris.

Sociedad de Medicina, Marsella.

Sociedad de Agricultura, Comercio y Artes, Narbona.

Fuentes consultadas / Sources

Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana Espasa, Madrid.

La contribució catalana al telègraf elèctric: Francesc Salvà i Campillo, 1751-1820, Barcelona 1965.